viernes, 3 de julio de 2009

Kenny Wheeler - Deer Wan



Músicos:
Kenny Wheeler trumpet, fluegelhorn
Jan Garbarek saxophones
John Abercrombie electric guitar, electric mandolin
Dave Holland bass
Jack DeJohnette drums
Ralph Towner 12-string guitar

Temas:
Peace For Five
3/4 In The Afternoon
Sumother Song
Deer Wan


Tomado de: www.wikipedia.org

Kenneth Vincent John Wheeler, CC, (born 14 January 1930, Toronto, Canada) is a Canadian composer and trumpet and flugelhorn player, based in the U.K. since the 1950s.

Most of his output is rooted in jazz, but he has also been active in free improvisation and has occasionally contributed to rock music recordings. Highly respected among his peers for his beautiful tone and extensive range on the trumpet and flugelhorn, Wheeler has written over one hundred compositions and is a skilled arranger for small groups and larger ensembles. His compositions blend lyrical melodies with a distinctive and ever changing harmonic palette.

He has recorded some twenty albums as a leader, and has recorded or performed with Paul Gonsalves, Dave Holland, John Taylor and Norma Winstone (as Azimuth), Anthony Braxton, Lee Konitz, Keith Jarrett, Theo Jörgensmann Quartet, David Sylvian, Bill Bruford, Steve Coleman, Spiritualized and the Spontaneous Music Ensemble, among others.


Rumbéatelo:

Bobby Hutcherson Live at the Montreux Jazz


Temas:
1. Song Of Songs
2. The Moontrane
3. Farallone
4. Anton's Bail

Músicos:
Bobby Hutcherson: Vibes
Woody Shaw: Trumpet
Hotep Cecil Bernard: Piano
Ray Drummond: Bass
Larry Hancock: Drums


Tomado de: www.allaboutjazz.com

Did you catch Bobby Hutcherson in the movie Round Midnight with Dexter Gordon? Hutcherson played another musician: a comparatively well-adjusted, kindly one. I had the impression watching that movie that being well-adjusted and kindly was not particularly a stretch for Bobby Hutcherson; that conclusion is supported by the music on this album. This CD captures Hutcherson's relaxed and confident quintet at Montreux in 1973. Woody Shaw (trumpet), Hotep Cecil Bernard (piano), Ray Drummond (bass) and Larry Hancock (drums) augment Hutcherson's vibes. Hutcherson wrote two tracks, the bright "Anton's Bail" and the passionate "Farallone," a CD bonus cut.

As the only horn on this album, Woody Shaw is massive. He contributes the other two of the four tracks, "The Moontrane" (the title track of one of his own fine albums) and "Song of Songs." On these two cuts the passion of his playing is moving while never getting away from real melodic invention.

Actually that could be said for all four cuts on this album; Shaw is consistent and superb. His solos are in the soaring Coltraneish mode popular among those still playing jazz at the time, but Shaw was not just a derivative voice. He nods to Lee Morgan here and there with a few slurring, whirling lines, which he's often liable to follow in the next breath with a sharp, slashing Freddie Hubbard-style attack. But like all masters, he is not merely copying his influences but incorporating their discoveries and breaking new ground of his own.

Hutcherson, of course, is equal to the challenge. On "Song of Songs" his playing is fleet, cogent, and lyrical, while edging toward the borderlands he explored most famously on Eric Dolphy's Out to Lunch. He is thoroughly the master of his instrument, with a breathtaking range: one moment Hutcherson can use the vibes like a gong for sonority and in the next second like a happy child's toy. Hotep Cecil Bernard is in a McCoy Tyner bag on this album (but who wasn't in 1973?). He adds a dash of Cecil Taylor here and there as well, particularly, again, on "Song of Songs."

All this adds up to a thoroughly enjoyable glimpse of the best side of jazz in the early Seventies. In other words, this album is within a tradition but not self-consciously imitative, and innovative but not mannered. It swings without electricity or a rock backbeat. It's simply some top musicians at the top of their game. If you like jazz, you'll like this one.


Rumbéatelo:


sábado, 11 de abril de 2009

Johnny Griffin - A Blowing Session 1957

59,276 KB / 320 KBPS



Temas:
1 The Way You Look Tonight
2 Ball Bearing
3 All The Things You Are
4 Smoke Stack
5 Smoke Stack (alternate take)


Músicos:
Johnny Griffin, Hank Mobley, John Coltrane (tenor saxophone); Lee Morgan (trumpet); Wynton Kelly (piano); Paul Chambers (bass); Art Blakey (drums).


Tomado de: www.apoloybaco.com


Apodado "Little Giant" por su corta estatura, Johnny Griffin, es uno de los últimos grandes creadores y exponentes todavía en activo mas genuinos del hard-bop. Nació en Chicago, uno de los centros urbanos mas importantes del blues y también del gospel, dos raíces musicales que marcaran beneficiosamente a Griffin durante sus años de formación. De madre cantante y padre cornetista, estudio muy pronto obóe, clarinete y saxofón alto y tenor en la famosa "Dusable High School" de su ciudad natal como alumno del no menos famoso Captain Walter Dyett, director musical de la escuela.

Su estreno musical le llegó a los 17 años cuando recién graduado se vio contratado gracias a su magnifica reputación por la banda de Lionel Hampton. Se unió a ellos en la primera gala de la gira en Toledo (Ohio) y ahí permaneció dos largos y fructíferos años. Regresó a Chicago en 1947 y codirigirá junto al trompetista, Joe Morris, un sexteto por cuya sección rítmica pasaron dos pesos pesados del jazz: el contrabajista, Percy Heath y el baterista, Philly Joe Jones. Llega la guerra de Corea y Griffin es movilizado y destinado a Hawai donde pasara dos años ( 1951-1953) tocando en la banda militar de la compañía.

Ya licenciado vuelve a su ciudad natal donde un buen día de 1956, aparece por allí el pianista Thelonious Monk, para cumplir un contrato de 15 días en el club "Bee Hive". Griffin es seleccionado de entre los músicos locales para tocar junto a Monk y a la vuelta el pianista habla maravillas de aquel saxo tenor de Chicago a su compañía discográfica por entonces, la Blue Note quienes tras una primera escucha lo contrata y un mes después graba el primer disco a su nombre: "Chicago Calling" todo un monumento del mejor hard bop de la época. Las cosas empiezan a suceder deprisa y Art Blakey, lo contrata para uno de sus Messengers y grabará con ellos tres álbumes, entre ellos uno con Monk al piano.

Otra vez Monk se cruza en su camino y lo llama al año siguiente para sustituir nada mas y nada menos que a John Coltrane, en su cuarteto para grabar en el club "Five Spot" en 1958 y grabadas para Riverside bajo el titulo de "Misterioso".

En 1960 lo contrata su colega Eddie "Lockjaw" Davis, que le propone formar un grupo con dos saxos tenores y sección rítmica. La formula es todo un acierto y el éxito les acompaña desde el principio -graba ocho discos en dos años- pero la situación fiscalmente se tuerce y Johnny Griffin, decide irse a Europa harto de soportar las presiones del fisco americano. Griffin recorre Europa de cabo a rabo pero termina instalándose en Francia donde colabora entre 1962 y 1973 con la extraordinaria institución musical que fue la bigband de Kenny Clarke y Francy Boland.

En el 1970 se traslada a vivir a Holanda donde se compra una granja y alterna las grabaciones y actuaciones con el cuidado de la misma. Visita España al final de la década de los setenta donde toca con el pianista, Tete Montoliu, y realiza anualmente un viaje a su patria para no ser olvidado.
Falleció en julio de 2008 a los 80 años en un pueblo del centro de Francia, donde vivía autoexiliado desde 1963.

Rumbéatela:

Jerry Gonzalez Pensativo 1995

115 MB / 320 KBPS


Temas:
01 - Give It Some Thought
02 - Dance Cadaverous
03 - Midnight Train
04 - Gonzilla
05 - So Near, So Far
06 - A Flower Is a Lovesome Thing
07 - Jungle Plum
08 - Heidi Ho
09 - Ruby, My Dear

Músicos:
Jerry Gonzalez (trumpet, flugelhorn, congas); Joe Ford (alto & soprano saxophones); John Stubblefield (tenor saxophone); Larry Willis (piano); Andy Gonzalez (bass); Steve Berrios (drums, marimba, percussion).


Tomado de: www.apoloybaco.com

Jerry González, nació en 1949 en el barrio del Bronx de la ciudad de Nueva York. El creció con la música afro-cubana y el jazz, que dejaron un impacto profundo en su apreciación musical, y moldearon su trabajo futuro como artista. Cuando joven, González escuchaba los álbumes de jazz de su padre de músicos como: Louis Armstrong, Charlie Parker o Miles Davis. Mientras estudiaba en la escuela intermedia, comenzó a tocar la trompeta y luego las congas. González completó sus estudios formales en el New York College of Music y la New York University. Fundador del Grupo Folclórico y Experimental Neoyorquino, González ha profundizado en los orígenes afrocubanos de su música y en el jazz, apartándose así de la tendencia mayoritaria de las formaciones latinas de New York, dedicadas principalmente a la salsa en los años setenta.

Legendarios artistas latinos como Mongo Santamaría, Tito Puente o Eddie Palmieri, sirvieron de fuentes importantes de inspiración musical para el. El siempre dice que "..el espíritu de nuestra madre África viajó al Caribe, Sudamérica, Norteamérica y…nuestra música es un reflejo de nuestra experiencia en la ciudad de Nueva York y nuestra concienciación de las raíces culturales".

Conocido como percusionista, González comenzó su carrera artística como conguero y trompetista en 1970, interpretando su propio estilo de de jazz latino con el internacionalmente famoso Dizzy Gillespie. Con el respaldo y apoyo del maestro Gillespie, González pudo lograr fundir el ritmo básico africano a los elementos de jazz sin comprometer la esencia de ninguno de los dos. El año siguiente, González se unió a la banda de Eddie Palmieri, "El Son" por un periodo breve antes de moverse a trabajar con el "Conjunto Libre", la banda dirigida por el gran timbalista, Manny Oquendo.

Inevitablemente, el talento de González lo llevó a formar su propia banda. Su iniciativa fue tomada al final de los años 1970, con una banda llamada "Ya Yo Me Cure" y lanzó un álbum con el mismo nombre en 1979. Sin duda, su verdadero talento afloró con su segunda banda: "Jerry González and the Fort Apache Band" , un territorio de encuentro y de mestizaje en el que las tradiciones latinas y del jazz se codean con absoluta normalidad. Junto a su hermano Andy, crearon una de las propuestas mas sugerentes que han aparecido en el jazz en los últimos años. Los dos primeros álbumes de la banda fueron grabados en vivo en conciertos Europeos. Estos fueron seguidos por su álbum que fue un gran éxito: "Rumba para Monk" en 1989, ganando el reconocimiento de la "Academie du Jazz" francesa con el premio "Jazz Record of the Year".

González y la banda subsiguientemente lanzaron Moliendo Café en 1991. El álbum una vez más demostró la calidad de la banda para tocar jazz inspirado en la música latina con genuina sensibilidad y virtuosidad. Poco después siguieron otros dos álbumes magníficos: Crossroad en 1994 y Pensativo en 1995. Ambos ganaron una nominación a los premios a los Premios Grammy. González y su Fort Apache Band, también ganaron críticas muy favorable por su contribución al video documental sobre el jazz latino, "Calle 54", dirigido por el cineasta, Fernando Trueba. El trabajo también incluyó interpretaciones de famosos artistas cubanos y latinos incluyendo a Tito Puente, Paquito D'Rivera, Machito, Danilo Pérez, Chucho Valdés o Ray Barretto. En el escenario del jazz, Jerry González ha colaborado con estrellas tan reconocidas como George Benson, Kenny Dorham, Anthony Braxton, McCoy Tyner, o Tony Williams.


Rumbéatela Part. I
Rumbéatela Part. II

martes, 10 de marzo de 2009

Nino Rivera y Julio Gutierrez - Jam Sessions 1957-58


320 KBPS / 144 MB


Niño Rivera y sus Cuban All Stars

1) Montuno con Swing
2) Montuno Guajiro
3) Chachacha Montuno
4) Guaguanco Comparsa

Niño Rivera - Tres
Orestes Lopez - Piano
Negro Vivar - Trompeta
Emilio Penalver - Saxo
Richard Egues - Flauta
Bol Vivar - Bajo
Guillermo Barreto - Timbales
Yeyito Iglesias - Bongo
Tata Guines - Tumbadora
Gustavo Tamayo - Guiro

Julio Gutierrez y su Orquesta

5) Descarga Caliente
6) Rhumba Theme
7) Oye mi ritmo caliente
8) Bata Rhythm

Julio Gutierrez & Peruchin Justiz - Piano
Negro Vivar - Trompeta
Oscar Valdes - Bongo
Bol Vivar - Bajo
Marcelino Valdes - Tumbadora
Emilio Penalver - Saxo


Este post llega gracias al aporte de Axelito

Rumbéatelo part.1
Rumbéatelo part. 2

Tito Puente - Goza Mi Timbal 1989


320 KBPS / 94.3 MB


Temas:
1. Airegin (4:16)
2. Cha Cha Cha (6:39)
3. Pent Up House (5:49)
4. Picadillo A Lo Puente (3:52)
5. All Blues (5:16)
6. Ode to Cachao (6:39)
7. Straight No Chaser (4:58)
8. Lambada Timbales (4:10)


Músicos:
Tito Puente - timbales, marimba, vibraphone, chekere
Bobby Rodriguez - bass
Jose Madera - congas, percussion
Sam Burtis - trombone
Mitch Frohman - saxophone, flute
Johnny "Dandy" Rodriguez - bongos, percussion
John Santos - chekere, bongos
Robbie Kwock - trumpet, flugelhorn
Sonny Bravo - piano
Mary Fettig
David Piro Rodriguez
Rebecca Mauleon - synthesizer


Personnel: Tito Puente (timbales, marimba, vibraphone, chekere), Mary Fettig, Mitch Frohman (saxophone, flute), David Piro Rodriguez, Robbie Kwock (trumpet, flugelhorn), Sam Burtis (trombone), Sonny Bravo (piano), Rebecca Mauleon (synthesizer), Bobby Rodriguez (bass), Johnny Rodriguez (bongos, percussion), John Santos (chekere, bongos), Jose Madera (congas, percussion).

Producers: Carl E. Jefferson, Tito Puente.

Recorded at Mobius Music Recording Studio & Coast Recorders, San Francisco, California on July 31 & August 1, 1989. Includes liner notes by Hugh Wyatt.

Rumbéatelo:

Gerry Mulligan - What Is To Say ? 1958


320 KBPS / 100 MB


Músicos:
Gerry Mulligan, baritone sax;
Art Farmer, trumpet;
Bill Crow, bass;
Dave Bailey, drums

Temas:
1. What Is There To Say?
2. Just In Time
3. News From Blueport
4. Festive Minor
5. As Catch Can
6. My Funny Valentine
7. Blueport
8. Utter Chaos


WHAT IS THERE TO SAY? is undoubtedly one of the high points in Gerry Mulligan's distinguished discography. Along with Chet Baker, Miles Davis, and Ornette Coleman, Mulligan was one of the first to experiment with creating space in jazz by subtracting instrumentation and chordal comping. To this end, Mulligan released a series of albums sans piano in the 1950s, of which WHAT IS THERE TO SAY? is the most fully realized. The quartet features Mulligan on baritone sax, Art Farmer on trumpet, Bill Crow on bass, and Dave Bailey on drums.

Without a piano to flesh out the midrange, the music takes on a spare, poignant chamber feel, with the bass and drums rumbling beneath Farmer and Mulligan's sinuous, interweaving lines. The set, which includes three Mulligan originals, a tune by Farmer, and a series of covers (note the delicate, moody rendition of "My Funny Valentine"), is a case study in tasteful arrangement and lyrical playing. For all of this, the album swings, and holds its own against any bop outing of the era. WHAT IS THERE TO SAY? was Mulligan's first recording as a leader for Columbia Records, and the level of skill and innovation displayed proved him a true frontrunner in the jazz big leagues.

Allmusic.com:
The last of the pianoless quartet albums that Gerry Mulligan recorded in the 1950s is one of the best, featuring the complementary trumpet of Art Farmer, bassist Bill Crow, and drummer Dave Bailey along with the baritonist/leader.

This recording is a little skimpy on playing time but makes every moment count. Virtually every selection is memorable, with "What Is There to Say," "Just in Time," "Festive Minor," "My Funny Valentine," and "Utter Chaos" being the high points. Highly recommended both to Mulligan collectors and to jazz listeners who are just discovering the great baritonist.

Este aporte es gracias a Luiggi Fornicalli


Rumbéatelo:

miércoles, 4 de marzo de 2009

Terence Blanchard - Let´s get lost


144 MB / 320 KBPS

Temas:
01. Let's Get Lost (Featuring Diana Krall)
02. Too Young To Go Steady (Featuring Jane Monheit)
03. You're A Sweetheart
04. I Can't Believe That You're In Love With Me (Featuring Dianne Reeves)
05. I'm In The Mood For Love
06. Don't Blame Me (Featuring Cassandra Wilson)
07. I Can't Give You Anything But Love (Featuring Jane Monheit)
08. Exactly Like You
09. Can't Get Out Of This Mood (Featuring Dianne Reeves)
10. Lost In A Fog
11. On The Sunny Side Of The Street (Featuring Cassandra Wilson)


Músicos:
Terence Blanchard - trumpet
Eric Harland - drums
Edward Simon - piano
Brice Winston - tenor saxophone

Also: Diana Krall, Dianne Reeves, Jane Monheit, Cassandra Wilson



Tomado de: www.apoloybaco.com

Considerado por el mismísimo, Miles Davis, como el trompetista más brillante de su generación, Terence Blanchard, está muy ligado al movimiento de revitalización del jazz que tuvo lugar en las ultimas décadas de los años 90 y que encabezó y dirigió la familia Marsalis con el trompetista, Wynton a la cabeza. Fue el mismo, Wynton Marsalis, quien le cedió su sitio en los "Jazz Messengers" de Art Blakey.

Como muchos de aquellos jóvenes músicos de los ochenta, su técnica era prodigiosa y era un autentico virtuoso de la trompeta. Su explosión definitiva a la fama, la constituyó cuando grabó para Columbia en 1992, la banda sonora de la película: "Malcolm X" del director, Spike Lee. Terence Blanchard, representa junto a otros músicos talentosos como Joshua Redman o Roy Hargrove el eslabón del jazz contemporáneo con la música afroamericana.

Rumbéatelo part. 1
Rumbéatelo part. 2

DAVID SÁNCHEZ - STREET SCENES 1996


82.2 MB / 224 KBPS

Temas:
1 Caras Negras
2 Street Scenes
3 Urban Frequency
4 Dee Like the Breeze
5 Los Cronopios
6 Four in One Monk
7 Carmina Sanchez
8 The Soul of el Barrio
9 Street Scenes ''downtown
10 The Elements

Músicos:
David Sanchez (soprano & tenor saxophones); Cassandra Wilson (vocals); Kenny Garrett (alto saxophone); Danilo Perez (piano); John Benitez, Larry Grenadier, Charnett Moffett (bass); Clarence Penn, Horacio Hernandez (drums); Milton Cardona, Richie Flores (percussion).


Tomado de: www.apoloybaco.com


David Sánchez, es uno de los saxofonistas de jazz contemporáneo con mas renombre en los Estados Unidos. En 1991, antes de cumplir 23 años, Dizzy Gillespie, lo invitó a integrarse a la United Nations Orchestra, ilustre grupo que convocaba a los mejores músicos de jazz de los cinco continentes; y aunque Sánchez era el más joven de la orquesta, en su currículum ya aparecían participaciones con Miriam Makeba, Paquito D’Rivera, Hilton Ruiz, Eddie Palmieri, Claudio Roditi, Larry Ridley Jazz Legacy. Tras la retirada de los escenarios de Dizzy en 1992, David Sánchez, tocó con pesos pesados del jazz como Kenny Barron, Charlie Haden, Roy Haynes, Elvin Jones, Steve Turre, Gonzalo Rubalcaba y McCoy Tyner.

Además de haber sido seleccionado por Slide Hampton, para tocar con la orquesta: "The Jazzmasters" en 1992, en 1993, Sánchez firma con Sony Music para grabar con su propio grupo. Hasta la fecha ha grabado seis discos, todos ellos para "Sony-Columbia" y en los que han colaborado nombres ilustres como Danilo Pérez, Tom Harrell o Leon Parker.

A su debut como líder en Columbiaen 1994 con el álbum: "Sketches of Dreams", le siguieron "The Departure", (1995) y "Street Scenes" en 1996. Su disco "Obsesión" (producido por Brandford Marsalis en 1999) y "Melaza" (2000) fueron nominados para los premios Grammy en la categoría de Mejor Disco de Jazz Latino. En 2001 se edita su disco "Travesías", que supone el reencuentro con el saxofonista alto, Miguel Zenón, quien también compuso algunos de los temas originales del disco.

Juntos, David Sánchez y Miguel Zenón, forman uno de los dúos de saxos más potentes de la actualidad, alcanzando una intensidad coltraniana, con líneas melódicas que se cruzan e imbrican a velocidad de vértigo. En su estilo se funden influencias tan dispares como las de John Coltrane, Sonny Rollins o Dexter Gordon, el hardbop con elementos de las vanguardias de los sesenta.

Una de las cosas que más llama la atención en la música de David Sánchez, es su huida de los clichés del llamado "jazz latino", buscando siempre soluciones armónicas y rítmicas originales y descolgándose, de vez en cuando, con homenajes tan impredecibles como la versión de "Prince of Darkness" de Wayne Shorter, que aparecía en "Travesías". Uno de sus últimos trabajos destacados ha sido la colaboración en le disco liderado por el contrabajista, Charlie Haden, titulado "Nocturne".

Rumbéatelo:


martes, 24 de febrero de 2009

Orestes Vilató lanza su primer CD " It's about time"




Por E.J. Támara
The Associated Press

Ha tocado con la Fania All Stars, Israel López "Cachao" y Carlos Santana, pasando por Rubén Blades y Celia Cruz. Ahora el percusionista cubano Orestes Vilató presenta un primer disco en el que busca retomar sus raíces afrocubanas, que dice se están olvidando.

"No podemos olvidarnos de las raíces, desde la música hasta lo familiar. En las raíces está el futuro. Es de donde sale lo de ahora", dijo el timbalero a la AP en una entrevista reciente. "Todo está escrito: las notas son siete y no se puede inventar nada. Hay que frasear diferente y vestir las notas diferente. Lo único que hay que hacer es poner un timbal, comérselo e imaginarse lo que pasa después".

Vilató, de 64 años, lanzó esta semana "It's About Time (Ya era tiempo)", con 10 temas de su inspiración que acumuló a lo largo de su carrera musical de 49 años.

Junto a sus padres y dos hermanas, Vilató llegó a Nueva York procedente de Cuba a los 12 años y a ya a los 15 empezó a tocar instrumentos de percusión con bandas.

De Cuba trajo el sentimiento y sabor que lo caracterizan, y que dice han sucumbido frente a la rapidez con la que se toca un instrumento.

"Lo que están enseñando es la rapidez, mientras más rápido tocas, mejor. Están olvidándose del sentimiento, de la melodía, de la cadencia, del amor al instrumento", dice el músico. "Un timbal, aunque tiene un sonido fuerte, puede ser melódico, sentimental. Eso es lo difícil de un instrumento acústico: sacarle lo sentimental".

Más aún, Vilató, quien ha contribuido a más de 400 discos y numerosas películas, dice que algunos hasta "se han pasado de la raya" al querer impresionar a la gente con la rapidez de la percusión.

"Un Vicente Fernández no tiene que hacer nada para impresionar, sólo abrir la boca y dejar que salga el sentimiento. Es la Biblia lo que sale de allí", citó el músico como ejemplo. "La creatividad puede ser sencilla, simple, pero que se sienta lo que el artista siente".

"It's About Time (Ya era tiempo)" resalta ritmos de son, guaguancó, rumba, bolero y chachachá, que Vilató dice se están perdiendo poco a poco.

"El público necesita saber más de las diferentes raíces de la música, de quién empezó qué, de quién lo siguió y cómo ha llegado a lo que ha llegado", afirmó.

El percusionista, quien participó en los discos de Cachao desde el 93 hasta su muerte, también tocó unos nueve años con Ray Barreto y ahora es parte de CineSon All-Star, la banda del actor y músico Andy García.

¿Por qué recién saca un disco solista?

"Porque ahora sigo teniendo la misma frescura que cuando tenía 15 años", responde Vilató haciendo gala precisamente de ello. "La música que he tenido toda la vida desde niño, los sonidos que estaban allí, en la mente, han salido ahora para ser parte de este disco".


Tomado de: www.orestesvilato.com

Nacido en Camagüey, Cuba en 1944, el multi-percusionista Orestes Vilató es una de las figuras más influyentes en el mundo de la percusión Latina. Su estilo único en los timbales cubanos es uno de los más imitados en el género, su arte ha engalanado los escenarios y estudios de grabación de numerosas leyendas musicales, desde Aretha Franklin hasta Carlos Santana.

Como pionero del fenómeno de la Salsa en la costa Este de EE.UU, Vilató desempeñó un papel trascendental durante el ascenso a la fama de artistas e instituciones musicales como La Fania All Stars, Ray Barretto, Rubén Blades, Celia Cruz, Johnny Pacheco y muchos otros. Después de 25 años en Nueva York, Orestes encontró nuevas oportunidades musicales en el norte de California, esta vez como miembro de la banda de Santana, fraguando su camino en el género de rock Latino, como resultado, su trabajo de virtuoso de la percusión se convirtió parte substancial de la música de numerosos artistas nacionales e internacionales en diversos estilos entre los que se distinguen la música autentica cubana, el Jazz Latino, la Salsa, el Rock y muchos otros.

En 1995, Orestes conquistó una nominación para el premio Grammy por su trabajo en el Álbum “Ritmo y Candela” en unión de otras dos leyendas de la percusión cubana Carlos "Patato" Valdez y José Luís Quintana "Changuito". Al mismo tiempo, Orestes ha adornado con su música todos los álbumes ganadores de premios Grammy del bajista, compositor cubano y Rey del Mambo Israel “Cachao” López. Desde su reubicación en el área de la Bahía de San Francisco en 1981, Orestes mantiene su lugar como uno de los percusionistas de mayor demanda en el planeta.

De niño en Cuba, Orestes fue estimulado por su padre a continuar su pasión por la música, cuando volteando su primer instrumento - la guitarra -- boca abajo y usándola como un tambor comenzaba su extenso recorrido por el mundo de la percusión. Después de recibir sus primeros Bongos, el joven Orestes se concentró en el estudio de la música de su tierra, inspirado por todos los grandes que escuchaba en la radio y en vivo.

Durante los años 50s, la familia Vilató se traslada a Nueva York, y pronto Orestes comienza a tocar su primer timbal. En su adolescencia Vilato refina sus habilidades musicales junto a importantes pioneros de la música cubana y el jazz, incluyendo Chico O'Farrill, Belisario López, José Fajardo, Lionel Hampton y otros grandes. Su legado como miembro fundador de las Estrellas de La Fania lo coloca en el centro de la explosión de la Salsa en los años 70s, donde Orestes participaría en varias de las más influyentes grabaciones y presentaciones del género.

Después de varias temporadas con las aclamadas orquestas de Ray Barretto y Típica’73, Orestes formó su propio grupo - Los Kimbos - junto al legendario cantante Adalberto Santiago, grabando cuatro álbumes como líder mientras permanecía como uno de los percusionistas más demandado en ese circuito. Sus múltiples grabaciones en géneros musicales tan diversos y con artistas de tanta variedad reflejan su refinada habilidad musical lo que pronto transporta su estilo único alrededor del mundo.

Durante sus veinticinco años como residente de la ciudad de Nueva York, Orestes participó en varias grabaciones con otros gigantes de la música Latina entre los que se destacan Las Estrellas de la Fania (incluyendo apariciones en el cine y la televisión), Celia Cruz, Tito Puente, Johnny Pacheco, Rubén Blades, Carlos Patato Valdez, Cheo Feliciano, La Lupe, Joe Cuba, Rolando La Serie y muchos otros.

Durante décadas Orestes continuó ampliando su textura musical y a través de la gran visibilidad recibida por su trabajo durante los nueve años con la banda de Santana, coloca su sonoridad y musicalidad en grabaciones y presentaciones con figuras como Whitney Houston, Aretha Franklin, Willie Nelson, Herbie Hancock, Linda Ronstadt, Wynton y Branford Marsalis, McCoy Tyner, Dave Valentin y Paco De Lucía, entre muchos otros. Orestes ha realizado numerosas apariciones como artista invitado en festivales importantes como El Heineken Jazz Festival (Puerto Rico), San Francisco Jazz Festival, Monterrey Jazz Festival y San José Jazz Festival y su trabajo ha sido reconocido con innumerables homenajes y premios durante todos estos años.

Adicionalmente, Orestes continua trasmitiendo su talento musical como instructor y profundo conocedor de la percusión a través de varias prestigiosas instituciones entre las que se encuentran Stanford University, UCLA, The Berklee College of Music y la Universidad de Anchorage. También ha participado en la grabación de la banda sonora de varias películas muy exitosas, como “The Mambo Kings”, “Our Latin Thing” y “Dance With Me”.

Considerado uno de los timbaleros más influyentes al norte de Cuba, Orestes Vilató mantiene un pie en la rica tradición de su Patria, y el otro en la inmensa y constante exploración de la fusión musical en América del Norte y más allá.


Como Líder

Aguacero No Me Moja, Los Kimbos, Cotique, 1979

Vilató y Los Kimbos: Hoy y Mañana, Los Kimbos, Cotique, 1978

The Big Kimbos with Adalberto Santiago, Los Kimbos, Cotique, 1977

Los Kimbos con Adalberto Santiago, Los Kimbos, Cotique, 1976

Como Artista Invitado

90 Millas, Gloria Estefan, Sony Music, 2007

Afreecanos, Omar Sosa, Otá, 2007

Papa Mambo, The John Santos Quintet, Machete, 2007

Descarga en California, Rebeca Mauleón, Universal/Pimienta, 2006

Ballads, Omar Sosa, Otá, 2005

20th Anniversary, John Santos & The Machete Ensemble, Machete, 2005

Para Ellos, John Santos & Kindembo, 2005 (Latin Grammy Nominee)

Ahora Si!, Cachao, Univision, 2004 (Grammy Award Winner)


Brazos Abiertos, John Santos & The Machete Ensemble, Machete, 2003

S.F. Bay, John Santos & The Machete Ensemble, Machete, 2002

Cuba Linda, Cachao, EMI/Cineson, 2000

Legend of Cuban Percussion, Carlos “Patato” Valdez, Six Degrees, 2000

Tribute to the Masters, John Santos & The Machete Ensemble, Machete, 2000

Dos, Cuba L.A., Narada, 2000.

Round Trip, Rebeca Mauleón, Bembe, 1999

Típica ’73 Live, Típica ’73, Universal/Machete, 1999

Cuba L.A., Cuba L.A., Narada, 1998

Machetazo! Ten Years on the Edge, John Santos & The Machete Ensemble, 1998

Who’s Zoomin’ Who?, Aretha Franklin, 1997

Ritmo y Candela, Patato, Changuito & Orestes, Redwood, 1995 (Grammy Award Nominee)

Master Sessions, Vol. II, Cachao, Cescent Moon/Epic, 1995

Master Sessions, Vol. I, Cachao, Crescent Moon/Epic, 1994 (Grammy Award Winner)

Machete, Machete Ensemble, Machete, 1994

Frenesí, Linda Ronstadt, Elektra/Wea, 1992 (Grammy Award Winner)

Spirits Dancing in the Flesh, Santana, Sony Music, 1990

Africa, Vol. 1, Machete Ensemble, Machete, 1988

Freedom, Santana, Sony, 1987

Blues for Salvador, Santana, Sony Music, 1987

Beyond Appearances, Santana, Sony Music, 1985

Havana Moon, Santana, Sony Music, 1983

Shango, Santana, Columbia, 1982

Zeebop!, Santana, Columbia, 1981

Swing of Delight, Santana, Sony Music, 1980

Bohemio y Poeta, Rubén Blades, Fania, 1979

Beyond, Tito Allen, Alegre, 1979

Adalberto, Adalberto Santiago, Fania, 1977

Tomorrow: Barretto Live in New York, Ray Barretto, Fania, 1976

Cheo, Cheo Feliciano, Fania, 1976

Ready for Freddy, Carlos Patato Valdez, Latin Percussion, 1976

Típica ’73, Típica ’73, Fania, 1974

Live at the Cheetah Vol. 1, Fania All Stars, Fania, 1974

Live at the Cheetah Vol. 2, Fania All Stars, Fania, 1974

Carnaval, Ray Barretto, 1973

Live at the Red Garter, Fania All Stars, Fania, 1972

Acid, Ray Barretto, Fania, 1972

The Message, Ray Barretto, Fania, 1972

Barretto Power, Fania, 1972

Together, Ray Barretto, Fania, 1970

Mambo Sangría, Cal Tjader, Acrobat/Fabulous, 1969

Solar Heat, Cal Tjader, Just Jazz/Passport, 1968

Hard Hands, Ray Barretto, Fania, 1968

Pacheco Jams, Johnny Pacheco, Fania, 1964

Mister Pachanga, Jose Fajardo, Columbia, 1962

Sabor Guajiro, José Fajardo, Columbia, 1962

Pachangas, Vol. 2, Belisario Lopez, Ansonia, 1961


Film & Documentary

The Lost City, Magnolia Pictures, 2005

Just The Ticket, MGM, 1999

Dance With Me, Sony Pictures, 1998

The Bird Cage, MGM, 1996

Things To Do In Denver When You’re Dead, Miramax, 1995

Sworn To The Drum, Flower Films, 1995

Steal Big Steal Little, HBO, 1995

Carlito’s Way, Universal Studios, 1993

Mambo Kings, Warner, 1992

Our Latin Thing, Fania, 1972


sábado, 21 de febrero de 2009

Ronnie Cuber - Cuber Libre 1976

117 MB / 320 KBPS



Temas:
01 Star Eyes
02 Rifftide
03 Tin Tin Deo
04 Samba D'Orfeo
05 Misty
06 Sudwest Funk
07 Prince Albert

Músicos:
Ronnie Cuber (baritone sax)
Barry Harris (piano)
Sam Jones (bass)
Albert "Tootie" Heath (drums)


Ronnie Cuber

Ronnie Cuber (born December 25, 1941 in New York City) is primarily a jazz baritone saxophonist. He has also played in Latin, pop, rock and blues sessions. In addition to baritone sax, he has also played soprano sax and flute, the latter on an album by Eddie Palmieri. As a leader, Cuber is known for hard bop and Latin jazz. As a side man, he has played with numerous musicians, such as B. B. King, Paul Simon, and Eric Clapton.[1] Furthermore, Cuber can be heard on Freeze Frame by the J. Geils Band, and one of his most spirited performances is on Dr. Lonnie Smith 1970 Blue Note album Drives.

Cuber was in Marshall Brown's Newport Youth Band in 1959, where he switched from tenor to baritone sax. His first notable work was with Slide Hampton (1962) and Maynard Ferguson (1963-1965). Then from 1966 to 1967, Cuber worked with George Benson. He was also a member of the Lee Konitz nonet from 1977 to 1979.[2] He can be heard playing in Frank Zappa's group in the mid-1970's, including the album Zappa in New York. He has been a member of the Mingus Big Band since its inception in the early 1990's. He was an off-screen musician for the movie Across the Universe.

Selected discography (as a leader)

* Cuber Libre! (1976; Xanadu Records)
* The Eleventh Day Of Aquarius (1978; Xanadu Records)
* New York Jazz (1981)
* Two Brothers (1985; AMG)
* Pin Point (1985; PID)
* Passion Fruit (1985; PID)
* Live at the Blue Note (1986; ProJazz)
* Cubism (1992; Fresh Sounds)
* The Scene is Clean (1993; Milestone)
* Airplay (1994; SteepleChase)
* In a New York Minute (1996; SteepleChase)
* N.Y.C.ats (1997; SteepleChase)
* Love for Sale (with The Netherlands Metropole Orchestra) (1998, Koch)

Rumbéatelo part.1
Rumbéatelo part.2

martes, 10 de febrero de 2009

Ray Barretto: un percusionista para la historia

Ray Barretto durante una de sus actuaciones en San Juan
en 1981.
(Foto Elisa Llenza / Colección Miguel López Ortiz)



Tomado de: www.prpop.org


Un antiguo proverbio de la cultura callejera sostiene que “los viejos rumberos nunca mueren”. Y es un hecho que tal filosofía encierra mucha verdad cuando quien parte a “mejor vida” ha dejado una huella profunda durante su paso por este mundo. Pero, aun así, siempre resulta doloroso tener que echar de menos la presencia física de alguien a quien se ha querido y admirado. Como Ray Barretto, cultor notabilísimo en el campo del jazz e ícono en el universo salsero. Definitivamente, aquellos que adoramos esta expresión rítmica de fuerte raíz afroantillana estamos de luto.

Este aclamado músico era hijo de los aguadillanos Ramón Barreto y Gloria Pagán. Vio la primera luz en Brooklyn, Nueva York (EE.UU), el 29 de abril de 1929, habiendo sido bautizado con el nombre de Raymond Barreto Pagán. Poco después de que abriera sus ojos al mundo, sus padres se separaron. Su progenitor, quien jamás se acostumbró a la vida de la Gran Urbe, regresó a su pueblo. Acá formó una nueva familia y, durante años, mantuvo un pequeño laboratorio de fotografía frente a la Plaza de Recreo.

Su infancia transcurrió en el Barrio Latino – o Este de Harlem – y en el condado de Bronx. La circunstancia de quedar solo durante las noches mientras su madre trabajaba en una fábrica para procurar el sustento familiar lo indujo a buscar distracción en la radio. La música de jazz que escuchaba a través de este medio lo embrujó rápidamente. Así, pues, desde niño conoció las grabaciones de Duke Ellington, Count Basie, Benny Charlie Parker, el swing de Benny Goodman y muchos otros consagrados.

A la edad de 17 años, decidido a escapar de la pobreza del ghetto, se enlistó en el Ejército de Estados Unidos. Luego de recibir el entrenamiento básico, fue asignado a una base militar en Munich, Alemania. Ya para entonces conocía los rudimentos de la percusión tradicional cubana, mismos que había aprendido de manera autodidáctica, profundamente influenciado por la grabación del tema “Manteca”, de Dizzy Gillespie y su orquesta con el virtuoso conguero Luciano «Chano» Pozo. Durante aquella etapa como soldado, acostumbraba visitar los fines de semana el Orlando’s Jazz Club, donde se celebraban unas descargas (o “jam sessions”) que siempre describiría como “bravísimas”.

Tras su licenciamiento de las Fuerzas Armadas en 1949, Ray Barretto regresó al Barrio Latino determinado a pulirse como percusionista y a dedicarse por completo a la música. Su primer trabajo regular en su entonces incipiente carrera fue con Eddie Bonnemere & His Latin Jazz Combo (1950-1953). De aquella formación pasó a la más reconocida orquesta del pianista cubano José Curbelo, en la que permaneció los próximos cuatro años (1953-1957).

Su debut discográfico aconteció con el clásico “Dance Mania”, de Tito Puente, en 1957

Su nombre comenzó a cobrar trascendencia en el panorama de la música caribeña y del jazz afrocubano a partir de 1957 cuando Tito Puente lo reclamó para sustituir a Mongo Santamaría en su ya famosa organización. Fue poco después de su ingreso a esta banda que vivió la experiencia de grabar por primera vez. Su debut discográfico fue, nada más y nada menos, que con el álbum “Dance Mania” (RCA Victor, LP-1692), destinado a convertirse, no sólo el más exitoso en toda la discografía de «El Rey del Timbal», sino en uno de los más vendidos en la historia de la música popular latinoamericana, habiéndose reeditado en varias oportunidades.

Consecuencia de su brillante desempeño en tan histórica producción – realizada sólo en dos secciones de par de horas cada una, en diciembre de 1957 – fue que, de inmediato, se convirtiera en uno de los congueros más solicitados para sesiones de grabación, tanto en el ámbito rumbero como en el panorama jazzístico. A partir de entonces, alternó su trabajo con Puente colaborando en grabaciones de Cannonball Adderley, Gene Ammons, Art Blakey, Eddie «Lockjaw» Davis, Lou Donaldson, Red Garland, Dizzy Gillespie, Freddie Hubbard, Wes Montgomery, James Moody, Max Roach, Sonny Stitt, Cal Tjader y de todo aquel que brillaba en el mundillo musical hispano de la plaza neoyorquina.

La oportunidad de estrenarse como director de una orquesta propia se la brindó Orrin Keenpnews, ejecutivo de Riverside Records, en 1961. Éste se solicitó que organizara una charanga, pues entonces el cubano José Fajardo y Sus Estrellas comenzaban a dar candela en la Gran Urbe y, por otro lado, él ya era conciente de la excelencia de Barreto como percusionista. El resultado de aquel reclamo fue la creación de la Charanga Moderna cuyo debut discográfico se materializó vía “Pachanga With Barretto” (LP-1087). Ya bajo la etiqueta United Artists Latino, a tal producción le siguieron “¡Latino!” (LP-4053 / 1962); “Charanga Moderna” (LP-1087) y “On Fire Again” (LP-1096 / 1963); “Guajira y guaguancó” (TRSLP-1114 / 1964); “¡Viva Watusi!” (UAL-6445) y “El Rey Criollo” (LP-6543) – que generó el exitazo “El watusi”, número 20 en el escalafón de Billboard y lo hizo acreedor a su primer Disco de Oro – y “El Rey Criollo” (UAL-6543 / 1965). El cubano Willy García, esposo de La Lupe, era su cantante estelar.

En realidad, la Charanga Moderna de nuestro biografiado encajaba en el formato que en Cuba se denomina charangón, mismo que refuerza a la estructura tradicional a base de violines, flauta y sección rítmica con metales. En este caso, con la trompeta del virtuoso Alejandro «El Negro» Vivar y el saxofón tenor del no menos brillantísimo José «Chombo» Silva.

Con Adalberto Santiago formó un binomio de antología

Al vincularse a la entonces naciente compañía Fania Records 1966, Ray Barretto echó a un lado los violines y creó una pequeña orquesta, pero con un sonido poderoso. Entonces, el vocalista García cedió su posición al cialeño Adalberto Santiago. Junto a éste formaría uno de los binomios para extraordinarios en la historia de la salsa, mismo que permaneció inalterable durante seis años – hasta 1972 –, aunque luego ambos volverían a unirse en múltiples eventos especiales y en varias grabaciones. La filiación de aquel colectivo era de antología: Luis Cruz (pianista y arreglista); Roberto Rodríguez (primera trompeta); Joseph «Papy» Román (segunda trompeta) y, ocasionalmente, René López (tercera trompeta); Dave Pérez (bajista); Orestes Vilató (timbalero) y Johnny «Dandy» Rodríguez (bongosero).

A esta etapa pertenecen producciones que hoy son consideradas clásicas de este género: “Power” (LP-391); “Soul Drummer” (SLP-542) y “Alma alegre” (SLP-62723 / 1967); “Acid” (SLP-346 / 1968); “Hard Hands” (LP-362 / 1969); “Together” (SLP-378) – a juicio de muchos conocedores, el mejor que grabó con Santiago –, “The Message” (LP-00403 / 1971) y “Que viva la música” (SLP-00497 / 1972).
Luego de que dicho grupo se desintegrara debido a que la mayoría de los músicos siguieran a Santiago y Vilató para dar vida a la Típica ’73, Barretto procuró al riopedrense Tito Allen para proseguir su trayectoria frente a una nueva alineación. Fruto de tal iniciativa fue el sensacional disco “Indestructible” (SLP-00456), editado en 1973, del surgieron tres exitazos: “El hijo de Obatalá” (original de Tite Curet Alonso); “Llanto de cocodrilo” y el que le sirvió de título, originales del propio Barreto. El sentir del grueso de la masa salsómana coincide en que este trabajo, conjuntamente con “Together”, fue el que consagró a Ray Barretto como el indiscutido «Ray de las Manos Duras».

Aunque sin separarse del consorcio Fania – que lo había sembrado como pilar de su constelación de virtuosos Fania All Stars desde su surgimiento en 1968 –, en 1973 realizó otro trabajo para la etiqueta Fantasy Records que habría de convertirse en clásico: “Carnaval” (F-24713), donde aparece su jitazo “Cocinando suave”. Detalle sumamente curioso respecto a esta producción es el hecho de que, en la pieza “Descarga La Moderna” ejecuta un candente solo de timbales.

Sin embargo, el disco “Barreto” (XSLP-00486), con los vocalistas Tito Gómez y Rubén Blades, editado en 1975, superó en ventas a todos los anteriores. “Guararé”, encomendado al primero, constituyó el gran éxito del año. De paso, fue con este LP que Ray Barretto logró su primera nominación al premio Grammy. Ese mismo año – así como los dos siguientes (1976 y 1977) – la revista Latin New York lo galardonó como Mejor Conguero de la Salsa.

Aun así, para entonces este gran músico ya se sentía cansado de las incesantes amanecidas en salones de baile. Además, entendía que la salsa que los mandamases de Fania Records limitaban su creatividad y no le brindaban espacio para la experimentación. Así las cosas, luego de amenizar una función de Despedida de Año, dejó la agrupación a sus músicos, quienes la rebautizaron como Orquesta Guararé y continuaron trabajando con ella.

Su siguiente proyecto fue la organización de una banda orientada hacia el jazz fusión. Gracias a un acuerdo entre Fania y Atlantic Records, vio la luz el doble álbum “Barretto Live: Tomorrow” (SD-2-509), el cual recogía el repertorio que interpretara durante el concierto que ofreció en el Beacon Theater, de Nueva York, en mayo de 1976.

Tras los lanzamientos de “Todo se va a poder” (SLP-00505) y “Eye of the Beholder” (SD-19140) en 1977 y “Can You Feel It” (SD-19198) en 1978, se reencontró con Adalberto Santiago para volver a adentrarse en la onda rumbera con “Rican / Struction” (JM-552), en 1979. En sus próximos dos álbumes, “Giant Force” (JM-579) y “”Rhythm of Life” (JM-605), editados en 1980 y 1982, respectivamente, presentó como vocalista al talentoso Ray De la Paz.

“Ritmo en el corazón”, junto a Celia Cruz, lo hizo merecedor del Grammy en 1990-

A su venidero trabajó discográfico, “¡Tremendo trío!” (JM-623), la simpar Celia Cruz se unió al binomio Barreto-Santiago. Fue uno de los grandes aciertos salseros de 1983. Luego, teniendo como principal cantante a Ray Saba, produjo “Todo se va a poder” (JM-633) y “Aquí se puede” (JM-642), editados en 1983 y 1984, respectivamente. Después realizó otra grabación con Celia Cruz: “Ritmo en el corazón” (JM-651), lanzada a fines de 1988 y editada en el Reino Unidos y otras naciones europeas bajo la etiqueta Caliente Records. Esta joya de la salsa lo hizo acreedor al consagratorio premio Grammy en 1990. Mientras tanto, en 1989 tuvo una breve incursión en la denominada salsa monga con el disco “Irresistible” (JM-658), con Carlos Torres como vocalista líder. Muchos “salseros de la mata” siempre le resentirían aquel desatino.

De todas maneras, para festejar su larga e importantísima trayectoria en los campos del jazz y de la música afrocubana, junto a su cantante estelar Adalberto Santiago y el trompetista Juancito Torres como director musical, protagonizó el concierto “Las dos vidas de Ray Barretto” celebrado en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, el 30 de agosto de 1990. El médico y empresario Fidel Estrada fue el organizador de aquel evento.

Aunque sin alejarse demasiado de la salsa, a partir de la pasada década se concentró en el jazz latino frente a su nuevo grupo, New World Spirit, frente a la que recorrió gran parte del mundo y legó grabaciones tan excelentes como “Handsprints” (Conconcor, CCD-4473 / 1991); “Ancestral Messages” (Concord, CCD-4549 / 1993); “Taboo” (Concord, CCD-4601 / 1994); “My Summertime” (EMI, TCLB-367302 / 1996); “Contact!” (Blue Note/EMI, CD-428524 / 1997); “Postraits in Jazz & Clave” (RCA, CD-276177 / 2000); “Homage to Art Blakey” (Sunny Side, SSCD-1105) y “Hot Hands” (Concord Picante, CPCD-498256), y, finalmente, “Time Was, Time Is”” (O Plus Music, CD-109), que estuvo nominado al Grammy este mismo año.

Hasta el final de su vida, Ray Barretto estuvo colmado de honores. Para su fortuna, vio materializado todos sus anhelos. Muy especialmente, presentarse ante sus coterráneos – solía identificarse como “aguadillano”, aunque jamás vivió en este municipio – en los escenarios más importantes. Su más reciente concierto aquí fue el titulado “El sueño del Rey”, celebrado en el Centro de Bellas Artes de San Juan, el 8 de septiembre de 2005. Durante este evento, presentó oficialmente, como nuevo miembro de su grupo New World Spirit, a su hijo Christopher, ejecutante del saxofón tenor y de 20 años de edad, fruto de su matrimonio con su hoy viuda, Annette «Brandy» Rivera.

La noche del sábado 14 de enero, en el Ballroom del New York Hilton, fue objeto del máximo galardón a que podría aspirar un jazzista: ser reconocido por la Asociación Internacional de Educadores de Jazz (AIEJ) con el título de Maestro del Jazz. Al regresar a su hogar, temprano en la madrugada, se dispuso a sacar con una pala la nieve que obstruía la entrada. De repente comenzó a sentir problemas cardíacos y respiratorios provocados por un fuerte ataque de asma. Su esposa lo trasladó de inmediato al Valley Hospital, en Ridgewood, Nueva Jersey. Allí permanecería internado tres semanas, durante las cuales el estado de su salud se complicó debido a un padecimiento renal y a una fuerte pulmonía. Por tanto, fue sometido a una operación a corazón abierto y a cuatro desvíos coronarios.

Su condición de salud mantuvo a la expectativa a la Prensa internacional-
Desafortunadamente, no hubo mejoría. El jueves 16 de febrero fue trasladado al Centro Médico de la Universidad de Hackensack, también en Nueva Jersey, donde se le practicaría una traqueotomía. Sin embargo, ya su organismo no soportaría una nueva intervención. En esta institución hospitalaria expiró a las 5:00 de la madrugada del viernes 17, faltándole dos meses y medio para cumplir 77 años de edad. Además de su esposa y el ya mencionado Christopher, le sobreviven otros tres hijos habidos en su primer matrimonio, más varios hermanos, algunos residentes en Aguadilla.

Es importante recalcar el dato de que la Prensa de toda América y Europa se encontraba a la expectativa en torno a la condición de salud del maestro Barretto. Incluso, temprano en la mañana de su deceso, se comunicaron a la sede de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, en busca de reacciones al respecto y de anécdotas sobre su vida, los reporteros Norberto Vallejo – de la cadena colombiana Radio Caracol – y Carlos Pachinchi, de la revista peruana “DJ”, además de varios representantes de los medios nacionales.


Whitney Houston vuelve a cautivar en fiesta previa a los Grammy


La cantante resurge de sus cenizas


Se espera que saque nuevo álbum este año, ya superados sus problemas de drogadicción

BEVERLY HILLS, ESTADOS UNIDOS.- Una deslumbrante Whitney Houston hizo su regreso triunfal a los escenarios durante una fiesta previa a los premios Grammy en honor a su mentor, el magnate discográfico Clive Davis.

La cantante de 45 años, una de las artistas de más ventas en todos los tiempos, no ha grabado un álbum desde 2002, cuando comenzó a perderse en un torbellino de drogas y problemas personales, un enorme contraste con la imagen de princesa que había cultivado desde su debut en la década de 1980.

El sábado por la noche, Houston mostró que todavía tiene una voz poderosa, cantando varias de las canciones que le hicieron célebre. Se espera que Houston lance un nuevo álbum este año y, a diferencia de otros reportados regresos, este parece que va a ser real.

“Todos deseábamos que su bella historia culminase felizmente”, dijo el actor Jamie Foxx, quien estaba sentado frente al escenario y tomó fotos de Houston como si fuese otro de sus seguidores. “Este es un nuevo comienzo”.

El miniconcierto de Houston fue el punto de exclamación de una noche que incluyó una impresionante actuación de Kelly Clarkson, un dúo improbable pero mágico entre Jennifer Hudson y Barry Manilow y un monólogo divagante de Kanye West.

West saludó con reverencia a la concurrencia, que incluyó a Paul McCartney, Prince, Diddy, Rihanna, los Jonas Brothers, Taylor Swift, Quincy Jones y otras celebridades de mundo de la música.

Davis, el magnate musical que fundó sellos discográficos, contrató originalmente a figuras como Houston, Bruce Springsteen y hasta Janis Joplin y resucitó las carreras de veteranos como Rod Stewart y Carlos Santana. Fue honrado por la Academia de Grabaciones el sábado, en vísperas de la entrega de los premios Grammy.



Muere 'Cachaíto' López, bajista de Buena Vista Social Club

Fotografía de archivo de Orlando "Cachaíto" López
tomada en Barcelona durante el festival de verano Grec 2002. EFE


Orlando 'Cachaíto' López, bajista de Buena Vista Social Club, murió este lunes a los 76 años debido a complicaciones que sufrió tras ser operado de la próstata, informaron a la AFP el asistente productor del proyecto musical y compañeros del grupo.

El músico, sobrino del legendario Israel "Cachao'' López, falleció "en un hospital de La Habana, lamentablemente, tenía varios problemitas de salud'', declaró Freddy Fernández, asistentente productor de Buena Vista.

"Lo operaron de la próstata hace diez días, salió bien pero luego se complicó, no sé exactamente de qué. Una pérdida irreparable para la música cubana, es el último que quedaba de toda una dinastía de bajistas'', declaró a la AFP el timbalero Amado Valdés, también integrante de Buena Vista.

El fallecimiento del bajista es otra pérdida sensible para Buena Vista Social Club, tras la muerte de Francisco Repilado (Compay Segundo) y el pianista Rubén González en el 2003, el cantante Ibrahim Ferrer en el 2005 y el sonero 'Pío' Leyva en el 2006.

"Es una gran pérdida para el grupo y para la música cubana porque era tremendo bajista y tremendo compañero y músico. Como persona era excelente compañero y su calidad musical, inigualable, la verdad'', dijo Manuel 'Guajiro' Mirabal, trompeta del grupo.

'Cachaíto' López Vergara comenzó sus estudios con su padre Orestes López y se desempeñó en orquestas de primera línea en Cuba. Formaba parte del original proyecto Buena Vista.

Creado en 1996, el Buena Vista Social Club reunió a veteranos músicos cubanos, algunos de ellos relegados al olvido en el ocaso de sus vidas, y se convirtió en el proyecto más importante de la música popular cubana en los últimos 50 años.

El proyecto, que también integran la diva Omara Portuondo, el guitarrista Eliades Ochoa y el tresista Barbarito Torres, dio origen al álbum "Buena Vista Social Club'', ganador de un Grammy en 1998, que consolidó la fama mundial de los abuelitos y del que se han vendido hasta la fecha más de siete millones de copias.

Con el álbum de Buena Vista Social Club, que dio origen al documental del mismo nombre realizado por el alemán Win Wenders, nominado al Oscar en el 2000, los veteranos recorrieron escenarios de los cinco continentes, incluido el Carnegie Hall de Nueva York.

jueves, 29 de enero de 2009

Una clase con Chucho Valdés

LA PRENSA/Eric Batista


El pianista Chucho Valdés cautivó a un auditorio de más de 100 personas en un taller que fue una travesía por sus recuerdos sonoros.


Tomado de: www.prensa.com
Por: DANIEL DOMÍNGUEZ Z.

Los más osados le pidieron tomarse una fotografía con él. Lo más tímidos se conformaron con verlo pasar. Y más de uno se odió a sí mismo por no llevar un disco para que se lo autografiara.

Cuando el pianista, compositor y director cubano Dionisio de Jesús Chucho Valdés llegó al seminario que impartió el viernes pasado en el marco del Panamá Jazz Festival 2009, el Centro de Capacitación Ascanio Arosemena de la Administración del Canal de Panamá cambió de piel.

Este gigante, proporcional a su tamaño (mide 1.94 metro de altura) y a su talento, fue recibido con un océano de aplausos, gritos y silbidos.

Era un alborto bien merecido. Los que allí estaban, mayoritariamente jóvenes músicos, sabían que estaban en presencia de un genio que ha sabido remozar de una singular fuerza el género más rebelde: el jazz.

Chucho recibe con humildad las muestras de aprecio y se sienta ante el órgano. Todos atentos. El maestro habla y echa a volar notas. Hay un silencio respetuoso, uno que otro suspiro de admiración, emociones solo interrumpidas por los flashes de las cámaras fotográficas y de los celulares.

Aunque la advertencia era que nadie grabara lo que estaba por ocurrir, más de uno se hizo de oídos sordos y robó, aunque sea unos segundos en audio e imagen, de lo que hacía presagiar como una hora increíble con una leyenda viviente.

Más que un taller, fue ocasión para que Chucho recorriera unas calles plagadas de recuerdos y memorias, donde se pasearon luminarias como Ernesto Lecuona, John Coltrane, Thelonious Monk, Herbie Hancock, Arthur Rubinstein y Wayne Shorter.

También fue un viaje por el palpitar del Caribe, el danzón, la clave, la religión yoruba, los compases y la métrica.

El artista, de 67 años de edad, propuso que la audiencia interrogara y él respondiera. “Pueden preguntarme lo que quieran”. Ni así.

Como la platea todavía estaba impresionada de tenerlo tan cerca, Chucho decidió hablar de una influencia esencial en su vida como ser humano y artista: su padre, otro Merlín del teclado: Bebo Valdés, con el que ha compartido escenario, estudios de grabación y más de una película.

Chucho es su hijo mayor (Bebo tuvo siete) y cumplen el mismo día: el 9 de octubre, uno en 1918, y el segundo en 1941.

Fue Bebo, abuelo de casi 20 chiquillos y cuatro bisnietos, quien le enseñó a respetar el arte, a tener disciplina en su oficio y, sobre todo, a divertirse a granel con su trabajo.

Dijo que Bebo, a quien por diversas razones dejó de ver por espacio de 18 años, fue el culpable de que fuera músico y pasó a explicar tan temeraria acusación.

Sin pena, pero sin prisa, admitió que aprendió a tocar el piano con las dos manos cuando tenía tres años. Era ese instrumento su juguete preferido, su escondite más placentero, su fascinación que no tiene fin.

Bebo, ante la mirada inquisitiva de su esposa, dijo que a él no lo miraran. Que el niño aprendió solo, vaya que lo hizo, porque observaba mucho al papá cuando estaba en lo suyo con el bajo, los metales y lo que tuviera a la mano para arrancar hermosas sonoridades.

Parece que Chucho iba para maestro y la música al foso, pero eso a Bebo le pareció un disco de 45 revoluciones rayado. Por eso formó una orquesta, se proclamó su director y puso a Chucho de pianista. Punto.

Entre los prolongados ensayos y las constantes presentaciones nocturnas, el muchacho casi ni dormía, y estudiar menos.

Pero ocurrió lo impensable y se graduó de magisterio, pero fue el pentagrama su norte. Aunque, un momento, sí es docente, porque ha compartido su conocimiento con muchos y en Panamá transformó a varios.

A los cinco años era estudiante de solfeo. Ingresó al Conservatorio de Música a los ocho años y luego de la prueba quedó en cuarto año. De algo servía que papá y mamá fueran pianistas. “No tenía escapatoria”.

A los 15 años reunió a unos amigos y organizaron un trío de jazz. Después aquello se le quedó chico y en 1973 fundó la banda Irakere, que puso de cabeza el concepto del jazz latino y de la música bailable proveniente de Cuba. “Quería hacer mi propia música”. Sencillo.

Aunque hizo revolución y ganó prestigio, siempre guardaba la idea de tener su propio cuarteto, donde el piano fuera miembro principal y no un simple acompañante de los otros instrumentos.

En 1998 lo hizo y, desde entonces, liberó la clave y la puso a otros niveles. Hizo de la improvisación un dominio suyo, su espejo, su ruta.

El ganador de cinco premios Grammy explicó que un tema musical debe ser el pretexto para poner a volar las ideas, los sentimientos y la imaginación. “Tú debes dar tu interpretación de la pieza y ver por dónde eres capaz de crear y qué puedes ofrecer. Hay muchos estilos y formas de alcanzar la improvisación, pero luego debes volver al tema”.

Eso sí, se debe ser capaz de regresar al principio. “La música debe ser libre y métrica a la vez. Una maestra mía decía que la música es el arte del sonido, que no produce imágenes ni palabras, pero ofrece tanto o igual que ellas. Y tenía razón, porque la música tiene sus reglas como el idioma escrito, tiene sus matices, sus acentos y sus colores”.

Confesó que nunca se había puesto a pensar que le había dado todo a la música. Piensa que por allí pueden ser los motivos de que el éxito lo cobijara. Aunque advirtió que también se debe cultivar el amor por la familia y los amigos. “Aunque no sé hacer otra cosa”.

Pero en primer lugar está la música para este creador que planea grabar un álbum de jazz y flamenco con la cantante Concha Buika y otro disco, pero de boleros, con Dyango. “Por eso siempre supe que la mujer que se casara conmigo tenía que hacerlo primero con mi piano”. Soltó una carcajada que contagió a la audiencia.

“Vamos a tocar un poquito”. Los aplausos se convirtieron en un sí. Entonces, Chucho, no se dejó esperar.

Lo que ofreció a continuación con su colectivo fue una explosión dosificada de virtuosismo y elegancia. Una prueba de que se mantiene en forma.

Los espectadores quedaron desconcertados ante cada giro e invención, ante cada locura y descubrimiento.

Solo les quedaba seguir aquello con los dedos, las manos, los pies, las cejas, la cabeza, con lo que pudieran sentir los pasos de un artista consagrado y sus tres extraordinarios camaradas.

“Ellos ya estaban formados cuando los conocí. Fue cuestión de unirnos y ponernos a tocar. Hace ocho años que estamos juntos”, dijo el que este año se irá de gira con su equipo por Australia, China y Corea de Sur.

Comentó Chucho Valdés que para tener un cuarteto coherente, cada uno debe ser un gran músico y poseer una personalidad. Que todos deben escoger una ciudad rítmica que deseen recorrer. “Deben ser como una pareja, es como el amor, es cuestión de afinidad”.

Adelantó que quiere terminar una ópera y un concierto para piano en el que una el jazz con otras tendencias. “Ellos no lo sabían”, indica mientras los mira reído. “Se me fue la lengua”.

La hora de clases terminó y como reloj suizo, Chucho se levantó. Saludó a los presentes con sus manos de gigante y brindó un guiño de complicidad a los testigos de su magia.

Luego se perdió del mapa, tras dejar su sonrisa amplia y unas cuantas notas musicales revoloteando por el salón sin saber dónde había quedado su amo y señor.